Tu mirada me hace grande.

Sentada junto a la ventana veo caer las gotas de lluvia y pienso con que facilidad desaparece algo tan frágil como una gota de agua. Miro al cielo, quizá en este mismo instante alguien este viendo lo mismo que yo. Quizá alguien este sintiendo lo mismo que yo, lo pequeños que somos. Pero quizá esa persona no sepa que día a día hacemos pequeñas cosas que cambian el mundo. Hacemos cosas por las personas, para que sus vidas sean más fáciles y sus miradas sean más felices. Y es que una mirada puede hacer grandes cosas. Tú mirada me hace grande y me hace fuerte, me ayuda a no rendirme. Así cuando tu lo necesites yo podre sujetarte, porque nada me podrá hacer caer. Gracias a esa mirada que un día me ayudó y que hizo que por mi cara no resbalaran aquellas gotas que te gustan tan poco. Todas esas lagrimas que nunca lloré, caen ahora convertidas en gotas de lluvia. Esas mismas gotas que veo caer a través el cristal.
Miro al cielo, quizá en este mismo instante alguien este viendo lo mismo que yo.